sábado, enero 01, 2005

Un cuaderno en blanco

2004 ya quedó atrás, pero no demasiado lejos. Casi podemos tocarlo todavía. Unas cuantas horas atrás en el tiempo y volveríamos a 2004. Vamos, nos bastaría con poseer una Máquina del Tiempo de andar por casa, Así que tenemos todo un año por delante. Un año nuevo es como un cuaderno con todas las hojas en blanco. Te da algo de pena utilizarlo, pintarrajear o escribir en la primera hoja... Es como cuando estrenas una camisa nueva o cuando tienes en la mano un fajo de billetes nuevos, recién impresos... y no quieres gastarlos, porque sabes que con el primer euro que entregues en una tienda, se terminará la ilusión de ser rico por unos instantes. Se está acabando el primer día de enero de 2005 y tratamos de apurar estás últimas horas del flamante año...No queremos que se acaben...porque cuando mañana sea 2 de enero, el año 2005 ya habrá sido usado por todos, por ti, por mí y a todos, reconozcámoslo, nos gustan las cosas nuevecitas. Además, mientras no pase este día, el primer día del año, aún mantendremos la ilusión de que va a ser mejor que el 2004, (algunos dirán, “me conformo conque sea como el anterior)... Mañana será un día de los de siempre, un día normalito, con todos sus problemas, y con todas sus pequeñas alegrías. Pensarán que estoy resacoso y que por eso digo tantas tonterías. Se equivocan. El vino te emborracha pero no te vuelve filósofo de pacotilla.