Saludos a la Tierra
Coloco mis dedos en el teclado del ordenador. Respiro hondo. Dejo mi mente en blanco. Allá voy. Comienzo a deslizarme por la pendiente. Muy lentamente, con cautela. Porque, tengo que confesarlo, siento algo de miedo. Y también, una emoción profunda y algo tonta. No todos los días uno se dirige al Planeta Tierra. Estas son mis primeras palabras dirigidas al Planeta Tierra. Palabras tímidas e inseguras, endebles y quebradizas, palabras que tal vez nadie leerá.
Pero ¿saben una cosa? Me siento agobiado por la tremenda responsabilidad que supone escribir para millones de personas. ¿Qué tonteria, no? Como si todo el mundo fuera a leer estas líneas. Lo más seguro es que a nadie le interesen mis opiniones, y que este Diario desaparezca dentro de unos meses. Pero nunca se sabe. ¿Y si me leen? ¿Qué opinion se formarán de mí? ¿Qué les parecerán mis ideas? ¿Les gustará mi estilo? Y vayamos aún más lejos...¿Y si alguien lee este Diario dentro de cien años, o de un milenio? ¿Qué pensarán de mí, de un hombre del siglo XXI? ¿Habrán servido de algo estas líneas? En fin, que aunque parezca mentira, siento sobre mis hombros el peso de la Historia...Bonito comienzo, dirán que soy un creído, un tipo petulante, con un concepto demasiado elevado de sí mismo, pero no, soy simplemente un tipo distraído.