martes, agosto 08, 2006

Diario de un tonto (A la manera de Leopoldo Ralón) 2

Amaneció. Éste es un hecho que viene repitiéndose cada mañana desde que tengo uso de razón y del que sospecho pudiera tratarse de una especie de Ley Universal o algo por el estilo. Hasta el día de hoy, el sol ha salido siempre, a veces de detrás de unas montañas, otras del fondo del mar, en ocasiones de un modo ostentoso y hasta solemne, otras de manera más discreta, casi sin darme cuenta. En cualquier caso, el astro nunca ha faltado a su cita, aunque desde luego, si se me permite introducir en este escrito una prosopopeya, no se le puede considerar un sujeto demasiado puntual. A veces se presenta a las seis de la madrugada y otras no aparece hasta las ocho. Es por esta razón por la que no acabo de estar seguro de que los movimientos del sol respondan a una Ley Universal. ¿Qué ley podría ser esa que se permite tantas irregularidades?